La creatividad se ha convertido en una habilidad altamente demandada por las empresas debido a que la innovación constante es lo que marca la diferencia, más en una economía globalizada y altamente competitiva. Por esto, las capacidades más valoradas hoy día en los profesionales ya no son solo la inteligencia o el grado de educación, también la habilidad para resolver problemas de maneras diferentes.
Y aunque muchas personas piensan que la creatividad es innata –¡se tiene o no se tiene!–, lo cierto es que esta puede aprenderse y practicarse. Pero ¿cómo puedes ser más creativo a la hora de proponer ideas y soluciones?
El punto de partida: cómo piensas y defines un problema
«Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». Esta máxima de Albert Einstein expresa la ventaja más importante que el uso de la creatividad tiene en los ámbitos profesionales, de formación y en la vida en general. La manera en que piensas y defines un problema, y la forma en que te posicionas frente a este, tiene un impacto directo en las posibilidades de solucionarlo.
Los ámbitos de formación tradicionales suelen reforzar el pensamiento convergente, es decir, aquel que apela a la memoria y lo ya conocido a la hora de enfrentar un problema. Por el contrario, el pensamiento lateral o divergente –propuesto a finales de los años 60 por el psicólogo Edward de Bono– es la habilidad cognitiva que te permite pensar varias soluciones alternativas, apelando a las emociones y a la imaginación.
Más que buscar “la solución correcta”, este tipo de pensamiento encuentra “varias respuestas apropiadas” valiéndose del aporte de la creatividad para mirar las cosas desde nuevas y diversas perspectivas. Y descansa en tres pilares:
- La originalidad: la habilidad de producir ideas curiosas y diferentes.
- La fluidez: producir varias soluciones sobre la base de un estímulo único.
- La flexibilidad: replantear ideas preconcebidas, reinterpretar, valorar diferentes perspectivas.
Poder formular como pregunta el problema o el tema sobre el que pretendes pensar es un elemento clave para abrir la puerta al pensamiento creativo.
¿Qué técnicas te ayudan a aumentar tu creatividad?
Se llaman técnicas de creatividad al conjunto de métodos que sirven para desarrollar y potenciar las ideas creativas. Si te estás lanzando a la aventura de romper estructuras y rutinas de pensamiento pero no sabes bien cómo pisar más o menos firme, algunas de estas técnicas te pueden resultar muy útiles:
- Mapas mentales. Arma un diagrama de conceptos relacionados colocando un tema principal o palabra clave en el centro.
- Invertir suposiciones. Identifica tantas suposiciones como sea posible y dalas vuelta. Aunque, en un principio, parezca un sinsentido, te permitirá utilizar las ideas como trampolín.
- Reformular las preguntas. Vuelve a plantear la pregunta que te estás haciendo sobre un tema o problema, esto te ayuda a generar nuevas ideas.
- Asociación libre. Haz una lista de conceptos, imágenes, objetos o cualquier cosa seleccionada al azar y, luego, establece entre estos una conexión con el problema que pretendes solucionar.
Para pensar de manera creativa y colaborativa pon en marcha las siguientes 4 propuestas:
1. Brainstorming. Cada miembro del grupo aporta ideas sobre un tema. Luego, comienzan a desarrollarlas entre todos. Compartir y aprovechar las ideas sirve para que todos los miembros del grupo se nutran de ellas.
2. Los 6 sombreros. Cada sombrero representa una forma de abordar un tema y quien “lo use” tiene que desplegar esa forma de pensar:
El método de los 6 sombreros permite avanzar paso a paso en la discusión de un tema, atendiendo un asunto a la vez, separando la emoción de la lógica y la creatividad de la información. Fuente: Ricardo Salinas
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3. Mesa redonda. Consiste en proponer una serie de exposiciones e intervenciones por parte de especialistas que aporten diferentes puntos de vista sobre temas concretos.
4. Método 635. En un grupo de 6 integrantes, cada uno escribe –en relación con un tema puntual– 3 ideas en 5 minutos. Transcurrido ese tiempo, pasa la hoja a su compañero de al lado. Se repite el proceso prestando atención para no repetir ideas. Al completar el ciclo habrá 18 ideas en cada hoja, 108 en total.
Estas ideas pueden parecer locas e inviables en un primer momento, conducirte a pensar de manera novedosa y a encontrar soluciones o propuestas absolutamente originales y disruptivas. Recuerda, siempre, que no existen personas que no sean creativas; simplemente, necesitas volver a jugar y hacer de la creatividad un hábito.
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