Al enfrentarte a situaciones nuevas y desafiantes de tu vida, como puede ser el ingreso a la universidad, procura tener una mente abierta que te permita adaptarte a los cambios de manera satisfactoria. La rigidez puede volverte incapaz de hacer un lugar para nuevas y maravillosas experiencias. Una mentalidad elástica es la clave para afrontar nuevos desafíos.
Abrir tu mente se puede volver complicado, pero comencemos por entender lo que el concepto de “mentalidad elástica” o, también llamada, "flexibilidad cognitiva" significa verdaderamente.
“En un estudio realizado en el año 2017 sobre personas que se encontraban cursando una licencia laboral, los autores encontraron que cerca del 72% de los casos, estaban vinculados a situaciones en las cuales interviene la flexibilidad cognitiva. Identificaron que el 51% de las personas tenía problemas de relación con compañeros o jefes, el 13,5% problemas para adaptarse luego de un cambio de puesto de trabajo y el 6,7% había identificado como causa de su licencia laboral otro tipo de cambio, pero esta vez, el cambio de lugar de trabajo”. Fuente: Researchgate |
Lo que impide entonces que muchas personas alrededor del mundo cambien sus vidas de un estado de baja autoestima a uno de mayor optimismo y bienestar es, en muchos casos, la inflexibilidad con la que deciden enfrentar un problema en particular.
Todo parecería indicar, entonces, que vale la pena tener una mente elástica. Pero, ¿cómo sabes si la tienes?
He aquí una buena noticia: parece que puedes entrenar tu mente y hacerla más elástica (o con mayor flexibilidad cognitiva) y potenciarla a niveles que nunca antes habías imaginado.
De hecho, si eres alguien con voluntad para superar tu zona de confort, ya eres una persona con mentalidad elástica.
Exponerse a cosas que no conoces, y tal vez incluso ideas que no te gustan, puede hacerte sentir mal en el momento, pero, sin duda alguna, resulta ser una muy buena inversión para tu bienestar.
Y, si no sabes por dónde empezar, no te preocupes. He aquí unos ejercicios/hábitos que quizás puedan ayudarte:
- Elige una idea en la que no crees: Intenta aceptar una idea cualquiera y tratar de convencerte de ella. Aún mejor si te repites cosas buenas de ti y prueba cómo tu mente se va abriendo a esa posibilidad.
- Reflexiona sobre tus equivocaciones: cuando las personas se equivocan, una de las primeras reacciones naturales es tratar de olvidar ese error.
En este ejercicio, la idea es pensar en esos momentos o épocas en que te equivocaste y revisar con una mirada diferente y menos crítica lo sucedido, darte cuenta de que no tenías razón, y poder alcanzar conclusiones no solo más sabias, sino también más maduras, que te ayuden a romper con la tendencia que tiene la mente a pensar que siempre tenemos la razón.
- Prueba nuevas comidas: ve a un restaurante o bar al que normalmente no irías y pide, además, algo que no pedirías. Estirar tu mente de una manera tan simple como esta, provoca que tu imaginación aumente, como así también tu buena predisposición ante las cosas.
- Habla con personas que te llamen la atención: trata de interactuar con las personas más diferentes a ti desde todo punto de vista; ya que cuanto más te expongas a su manera de ser, más amplio se vuelve tu pensamiento y la forma en que ves tu vida y, por consiguiente, en cómo interpretas la de los demás.
- Haz que el arte se vuelva parte de tus días: el arte es diferente, creativo, disruptivo, innovador, sensible, infinito, grandioso, inteligente, y cientos de cosas más. Pero, probablemente, su atributo más importante sea que nos invita a pensar y poner nuestra mente de manera constante, en lugares en los que cotidianamente no haríamos y con personas con las que no tendríamos interacción alguna.
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La mentalidad elástica es una habilidad que nos permite y nos impulsa a adaptar el comportamiento para alcanzar metas y objetivos en un entorno nuevo y cambiante, como puede ser, justamente, el ingreso a la universidad o la elección de tu próxima carrera con todo lo que ello conlleva.
Básicamente, se trata de aprender a aprender y ser capaz de ser flexible en la forma de que nuestra mente adopte y procese información nueva, y esto es un aspecto fundamental que tratamos de alimentar en el día a día, por ejemplo, en nuestros diferentes campus y con nuestros alumnos; tratando de que la transición hacia una nueva vida académica sea lo mejor que puede ser con actividades y acompañamientos constantes que impulsen tu desarrollo y educación. En otras palabras, que no permitan que te aburras, manteniendo tu mente lo más flexible posible.
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Las mentes elásticas son esenciales para que cualquier sociedad prospere. Puede ayudar a maximizar el potencial de las personas para crear ideas innovadoras y volver realidad los sueños y proyectos más creativos. Y en última instancia, son esas las cualidades que los seres humanos necesitamos para resolver los grandes desafíos de hoy, como pueden ser el calentamiento global, la preservación de las especies, la energía limpia y sostenible, la inclusión social, la pobreza, el agua y la seguridad alimentaria.
El cambio, no solamente es indispensable, sino también inevitable, porque la vida no es la misma siempre, sino más bien volátil. Adaptarte a ese cambio es crecer, avanzar y prosperar, siendo tú, porque no, quien algún día lo cambie todo.
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