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Cultiva tu inteligencia y crea tu mejor versión con estos tips

Escrito por Universidad San Sebastián | 05-12-2022 13:30:00

¿Quién no quiere ser más inteligente de lo que puede ser?


Si la inteligencia la usas de forma correcta, puede abrirte infinitas puertas hacia caminos de todo tipo. Pero ¿sirve que uses tu cabeza sin aplicar correctamente tu capacidad mental? Es mejor poner tus esfuerzos en ser eficaz, tener constancia y disciplina. Descubramos por qué eso forma tu inteligencia y te hace una persona con conocimientos valiosos. 

 

 

Pero antes, define inteligencia: 

No te preocupes, puedes acudir al diccionario, que dice lo siguiente:

“Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad”.

Pero como con tantas otras palabras o frases, el diccionario puede ser acotado para la realidad.

Puede haber una gran cantidad de definiciones y creencias alrededor de un concepto tan simple pero tan complejo a la vez. Por ejemplo, ¿tú sabes en qué cree la neurociencia? Que la inteligencia está formada por las habilidades cognitivas (atención, funciones ejecutivas, memoria, pensamiento abstracto, razonamiento, etc.) de un ser humano. De una manera más amplia abarcaría también tu inteligencia emocional y social, así como también, el saber utilizar los recursos y herramientas disponibles, en el momento adecuado. 

Esta parte del intelecto es sumamente interesante y te permite hacer asociaciones que tengan sentido. Y el ejemplo es Issac Newton, que relacionó el hecho de que la Luna no cayera y que la manzana sí, llegando a la conclusión de que respondían al mismo principio, la gravedad. 

Tú qué piensas, ¿qué fue solo inteligencia? ¿No piensas, acaso, que pudo haber otros componentes como la genialidad, la observación, sensaciones corporales y/o, simplemente, conclusiones de alguna conversación con alguien más?

 

 

Una investigación longitudinal de 40 años sobre 450 jóvenes mostró que el coeficiente intelectual tenía poca relación con lo bien que les iba en el trabajo o en sus vidas en general. Lo que marcaba la mayor diferencia eran las habilidades de la infancia, como la capacidad de manejar la frustración, controlar las emociones y llevarse bien con otras personas.

Fuente: eiconsortium

 

 

En ocasiones se suele confundir la inteligencia con la memoria. Y si bien la memoria puede serte útil al momento de rendir una prueba, también es importante que puedas cultivar tu inteligencia sumando capacidades cognitivas y sociales. Todo esto te convertirá sin dudas, en una persona  altamente creativa. 

¿Cómo puedes ser más inteligente y aumentar tu creatividad?

La creatividad más arriesgada o las decisiones más importantes que seas capaz de tomar, surgen muchas veces cuando miras las nubes o el paisaje, o cuando escuchas una canción o vas paseando por la ciudad. Por supuesto que muchas veces puede generar nerviosismo y ansiedad el estar sin hacer nada, ¿o no? Pero son especialmente esos momentos, en parte, los que producen grandes cambios en tu vida, y en donde, probablemente, te surgen las mejores ideas. Date ese espacio y verás los resultados.

 

 

Un estudio de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, revela los beneficios que pasear tiene sobre la creatividad: el simple hecho de caminar (incluso en una cinta de correr en una habitación pequeña) incrementa la creatividad en un 60%.

Fuente: Universidad de Stanford, EE.UU

 

 

 

Si bien podrás encontrar muchas definiciones técnicas provenientes de los libros más reconocidos acerca de nuestro cerebro y de cómo este se comporta, hay otras formas de inteligencia muy distintas y valoradas dentro de la política de desarrollo profesional, personal y cultural de la Universidad San Sebastián como por ejemplo:

 

  • La humildad: define a las personas inteligentes que admiten sin ningún tipo de problema, que tienen pocos conocimientos sobre un determinado tema o concepto. Reconocer estas carencias, es la primera premisa de que siempre se puede aprender algo nuevo.
  • Apertura mental: las personas inteligentes no se cierran en su pensamiento, se abren a nuevas ideas y oportunidades y valoran las opiniones de los demás. Además, no aceptan la realidad de las cosas más superficiales y suelen necesitar grandes evidencias que den por cierta esas teorías. Ser inteligente requiere, por consiguiente, querer llegar al fondo de casi todas las cuestiones.
  • La soledad: una actitud optimista, un estado buscado que indica la felicidad que sienten las personas con ellas mismas y que disfrutan de su propia compañía. Aceptar la soledad significa, por un lado, aceptarse más a uno mismo, mientras que, por el otro, hace menos necesaria la aprobación de los demás.
  • El autocontrol: lo fundamental aquí es la visión de futuro. Planificar, tener claras las metas, explorar alternativas, pensar estrategias y tener en cuenta las posibles consecuencias, ya que las personas que exhiben un mayor autocontrol demuestran que se conocen mejor a sí mismos.
  • La diversión: El sentido del humor es fundamental para ser autocríticos, normalizar nuestras limitaciones y mejorar como personas. Curiosamente, quienes se ríen de su propia condición, sea cual fuese, saben anticipar la crítica del entorno que los rodea y muestran un especial genio para aminorar la importancia de las dificultades que aparecen en su día a día.
  • El sentido de la vida: los más inteligentes no tienen dificultades a la hora de enfrentarse a las cuestiones más profundas de la existencia. Sin embargo, los niveles de ansiedad en estas personas se van por las nubes con respecto al resto de la población; ya que no tener una respuesta a preguntas trascendentes puede causar un especial desazón. El insomnio aparece también como un importante trastorno en este tipo de personas.

Entonces, ¿por qué "usar la cabeza" no siempre es lo más inteligente que puedes hacer?

Porque si bien ayuda, no es tu único recurso. En ocasiones puedes incorporar con tanta fuerza una actitud mental, que termina volviéndose un problema. Para solucionar un problema, aprender algo nuevo o generar una nueva idea, tienes que hacerla funcionar con más fuerza. Por ende, decirte "usa la cabeza" es aislarte por completo de una cantidad de posibilidades extra-neuronales que tu cerebro también es capaz de interpretar y procesar.

En conclusión, el mejor consejo sobre este tema: No creas nada de lo que leíste más arriba. Sé escéptico y adquiere el hábito de tener una mirada crítica sobre las afirmaciones que lees por ahí. Edúcate constantemente. Desconfía de aquello que dice ser “la verdad absoluta de las cosas”. Investiga por tu cuenta y no creas nada que tu razón e instinto no acepten. Y recuerda: el planeta es como es, y no como los demás quieren que sea. Aceptarlo, es poder mirar más inteligentemente el mundo.

 

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